Dijo Saúl a David:
Aquí está mi hija mayor Merab.
Te la daré como esposa;
Sólo se valiente para mí
y lucha las batallas de Yahvéh.


1 Samuel 18, 17
El sacerdote recibe del Rey a la Iglesia por esposa

































1 comentario:

Pedro dijo...

No hay dolor,no hay sufrimiento ,cuando Dios nos dió la Iglesia,como gran medio para encontrar nuestra Salvación.