No te acerques. 
Quítate las sandalias de tus pies, 
porque el lugar donde estás de pie 
es tierra sagrada.
Éxodo 3, 4-5
Así se le podría decir al sacerdote 
al acercarse al altar a celebrar la misa















































1 comentario:

Pedro dijo...

A veces pienso que hemos pisoteado tantas veces lo sagrado que Dios algún día no tendrà tanta misericordia y nos arrebatarà lo que es suyo por Ley.Somos pecadores,nos cuesta cambiar,y màs en el mundo materialista y capitalista que nos trasnforma en inhumanos y con poca fé.Todo esto lo debe cambiar Dios con su bondad infinita.